La gelateria Giolitti es reconocida como la más antigua y mejor de Roma. Sus gelatos y sorbettos son exquisitos y vale la pena hacer una visita. Aunque siempre hay una cola, no se espera más de 5 minutos para ser atendido. Además, el hecho de que pongan panna (crema) encima del gelato le da un toque aún más delicioso. Sin duda, es un lugar que no se puede dejar de probar.
Además, la gelateria cuenta con una pasticceria anexa, lo que permite disfrutar de un excelente gelato acompañado de deliciosos pasteles. Es una experiencia verdaderamente deliciosa y recomendada por parejas de señores que viven en Roma. Un detalle que destaca es que la panna es gratuita para aquellos que deseen agregarla, algo impensable en el norte de Italia.
Otro aspecto positivo es la amplia variedad de sabores que ofrecen. Desde el clásico mantecato hasta el gelato con apariencia de cheesecake, hay opciones para todos los gustos. Destacan especialmente la torta Giolotti y el mantecato piccolo, que son extremadamente deliciosos.
A pesar de la calidad de sus productos, algunos clientes han mencionado aspectos negativos sobre el servicio. Algunas opiniones mencionan que el servicio en la caja es grosero, lo que puede afectar la experiencia del cliente.
Además, se ha mencionado que hay problemas de organización, lo que dificulta ser atendido de manera eficiente. Al parecer, es una verdadera batalla ser servido en esta gelateria.
A pesar de estos aspectos negativos, la calidad de los helados y sorbetos de Giolitti sigue siendo reconocida y apreciada por los clientes. Es un lugar icónico que no se puede dejar de visitar en Roma.
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