Algunos clientes han expresado su descontento con la disminución en la calidad de los productos y el aumento de los precios. Han mencionado que un cappuccino y un cornetto cuestan 3 euros, lo cual consideran excesivo. Además, una cliente mencionó que al ordenar una torta, se encontró con que el pan di spagna estaba ausente y la crema chantilly no tenía la consistencia adecuada. También se quejó de que la variegatura alla nutella era muy escasa y el sabor era excesivamente dulce.

A pesar de las opiniones negativas mencionadas, la pasticceria sigue siendo una opción recomendada para aquellos que buscan disfrutar de croissant y dulces tradicionales romanos. Aunque algunos clientes han experimentado problemas con la calidad de los productos y los precios, la mayoría de las opiniones destacan la excelencia de los sabores y la autenticidad de los dulces. Se sugiere que el negocio tome en cuenta las críticas constructivas y trabaje en mejorar la calidad y consistencia de sus productos, así como en ajustar los precios para ofrecer una experiencia aún más satisfactoria a sus clientes.